lunes, 18 de octubre de 2010

ENTREVISTA CON JACQUES LACAN DE P. DAIX. ultima parte.


Pierre DAIX - Refiriéndose a usted Sartre dice en la revista que usted ha mencionado: «La desaparición o -como dice Lacan- el “descentramiento” del sujeto, está ligado al descrédito de la historia. Si no hay ya praxis, tampoco puede haber sujeto. ¿Qué nos dice Lacan y los psicoanalistas que se refieren a él? El hombre no piensa, es pensado, así como es hablado para ciertos lingüistas. En ese proceso, el sujeto ya no ocupa una posición central, es un elemento entre otros, siendo lo esencial la “capa” o si lo prefiere la estructura en la cual está tomado y que lo constituye».

Jacques LACAN - Estas declaraciones revelan una hojeada apresurada de lo que escribo, peor, diría: una atención que se contenta con los ecos más vagos. No me quejaré por eso.

La experiencia que tuve del entorno más próximo a Sartre, a saber: que allí se escribe un libro primero, con el firme propósito de informarse después, es una de las razones que han hecho que hasta ahora, yo haya preferido dejar mis escritos dispersos. Esto me aseguraba al menos que para referirse a ellos, había que estar decido a leerlos.

Es también ese el motivo de haberlos reunido ahora, es decir, en el momento en que se producen, a pesar mío, todas estas habladurías.

La rectificación que introduzco en las páginas 796-797 de mis Ecrits, a la que yo denomino la metáfora copernicana, muestra el alcance exacto de la ventaja que yo vería en algún descentramiento, es decir, ninguna.

Yo sólo hablé de desaparición del sujeto en el rodeo de su eclipse en el deseo: lo que sólo tiene un alcance filosófico tan limitado que ya es clásico. Tampoco habría formulado semejante banalidad, si no fuera para oponerme al término de aphanisis (que quiere decir desaparición) cuando uno de mis colegas, por otra parte de los más notables de la comunidad analítica, Jones para nombrarlo, pretende aplicarlo al deseo, para hacer de él el mayor temor del sujeto.

El descrédito en el que yo rechazaría la historia supera un poco más los límites (limites) a pesar de los límites (bornes) ya franqueados, para evocar aquí a Monsieur Fenouillard, cuando es suficiente con abrir el más conocido de mis discursos (al menos puedo imaginarlo así), a saber, el Discurso de Roma, para leer allí que el acontecimiento en su primer impulso ya es vivido por el ser hablante como inscrito en la historia, en una historialidad primaria, como se expresaría toda persona que tuviera un poco de escrúpulo crítico, como futuro anterior, si usted quiere, y para hacerme comprender por los otros.

Yo no pienso que el hombre sea pensado, puesto que evito hablar del hombre. Trato de construir lo que resulta de lo que, en el ser que discurre, ello habla en otro lugar que allí donde, captándose como hablante, concluye firmemente que es en la medida en que piensa. Entonces ¿qué sucede con lo que él es, allí donde de lo que piensa, resulta que no sabía nada. El imperfecto es aquí esencial para significar su definitivo ocultamiento (dérobement définitif).

Lamento la confusión de la estructura con la capa (couche). La capa no es de mi incumbencia, y suponer que Husserl no cuenta para mí es un cortocircuito demasiado fácil para evitarse descubrir que puede inscribirse en mi cuenta, es decir, todo lo que le debo.

Este desconocimiento –furioso, no seré aquí contemporizador (lénitif)– está lejos de ser mutuo. Pues, yo he tenido mucho interés, un interés enraizado en una verdadera seducción, por cierta reconstrucción que Sartre hace en El Ser y la Nada de lo vivido del sado-masoquismo. Es extremadamente instructivo pues es el desarrollo de lo que imagina aquel que no tiene la estructura perversa para apoyarse sobre el fantasma perverso, deleitándose en él para justificar su propio deseo, en el momento preciso en que ese deseo es engañoso. En lo cual se logra algo clínico, pero sin duda no la estructura perversa misma. Es necesaria la experiencia clínica, cuya falta aquí demuestra lo que no es accesible a la reconstrucción: a la reconstrucción subjetiva precisamente, haciendo tangible la distorsión que es inherente a la intuición y que sólo puede reducirse haciendo referencia a la estructura.

Para terminar sobre todo eso, sostengo que si hay una posición idealista en todo este asunto, es bien la que plantea desde el comienzo el sujeto (le sujet d’abord).

Sin duda la estructura del sujeto contradice las intuiciones. Pero la historia de las ciencias debería ser lo bastante ejercitada como para saber que la suerte de la ciencia siempre fue la de que fuera necesario soltar [abandonar] (larguer) ciertas intuiciones a fin de constituirse como ciencia.

Descartes constituyó la física del movimiento desembarazándose del impetus.

Actualmente es necesario desembarazarnos de la ilusión de la autonomía del sujeto, si queremos constituir una ciencia del sujeto.

Entrevista realizada el 26 de diciembre de 1966 a raíz de la publicación

de sus Escritos

traducción y presentación de Juan Bauzá y Mª José Muñoz

La entrevista que traducimos a continuación fue realizada por Pierre DAIX el 26 de noviembre de 1966 a raíz de la publicación de los Écrits. Fue publicada primero en Les Lettres Françaises, nº 1159 correspondiente a la semana del 1 al 7 de diciembre de 1966. Posteriormente Pierre Daix publicó un librito: Nouvelle critique et art moderne, en las Eds. du Seuil, col. Tel Quel, Paris, 1968 (que fue traducido al español por Julio Vera como Claves del estructuralismo, en la Ed. Calden, Bs. Aires, 1969). Este libro reunía una serie de artículos y entrevistas acerca del estructuralismo que Daix había publicado separadamente en diversos números de la revista Les Lettres françaises y consta de dos partes. En la primera encontramos diversos artículos sobre “Estructuralismo”: “El estructuralismo” (p. 11-33 de la ed. en español citada); “Estructura del estructuralismo. I. Jean Piaget; II. Althusser y Foucault” (p. 35-59); “¿Sartre ha sido superado?” (p. 61-82). En la segunda parte se trata de una serie de entrevistas, realizadas por el propio Daix, con autores significativos del movimiento estructuralista: con Roland Barthes acerca de la semiología (p. 83-94); con Emile Benveniste acerca de la lingüística (p. 95-121); la entrevista con Lacan a la que nos referimos (p. 123-133); y, finalmente, con François Wahl sobre el estructuralismo en general (p. 135-153). Aunque aquí sólo publicamos nuestra traducción de la entrevista con Lacan, sin duda el lector sacará provecho de la lectura del libro de Daix, que le ilustrará acerca del contexto estructuralista de esta entrevista.

Juan Bauzá.

El PAD, la a decidido presentarla debido a su extensión, pregunta por pregunta en este blog.


























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